Tord Lundström: “Asistimos a un incremento en la variedad de los métodos empleados para silenciar a los medios de comunicación” (y 3)

Esta entrevista con el director de Qurium se publicó originalmente en el dossier ‘La hora de la verdad’ de #LaMarea100. Puedes conseguir la revista en papel aquí y seguir apoyando el periodismo independiente.

Qurium es una organización no gubernamental que brinda servicios de alojamiento en páginas web y protección contra ataques informáticos para medios de comunicación independientes y organizaciones de derechos humanos. Al frente del equipo de análisis forense se encuentra Tord Lundström, un experto en la lucha por la libertad de información. A lo largo de su trayectoria, Lundström ha documentado y analizado numerosos ataques a la libertad de expresión, también por parte de Eliminalia. En 2021, reveló que la empresa de reputación digital estaba detrás de unos correos en los cuales se hacía pasar por abogados de la Comisión Europea para intentar esconder artículos publicados por dos medios de periodismo de investigación alojados en Qurium.

Lleva mucho tiempo denunciando a Eliminalia y sus oscuras tácticas. ¿Qué le llama la atención de esta empresa y su forma de trabajar?

Una de las cosas que más nos ha sorprendido es descubrir que sus métodos para desclasificar, desindexar o eliminar contenidos online no son especialmente sofisticados, pero aun así funcionan. Han importado sus estrategias de otras industrias, como las que ofrecen servicios de posicionamiento SEO (optimización de motores de búsqueda).

Como entidad que brinda alojamiento web a varios medios de periodismo de investigación, Qurium es a menudo objeto de ataques que buscan silenciar el trabajo de periodistas en todo el mundo. ¿Qué cambios ha observado en la frecuencia de estos ataques y en los métodos empleados?

Hemos asistido a un incremento en la variedad de los métodos empleados para silenciar a los medios de comunicación. Qurium empezó centrándose en mitigar los ataques de denegación de servicio y, actualmente, debemos hacer frente a la interceptación de tráfico (DPI), la vigilancia y las amenazas jurídicas. También hemos asistido a un aumento del uso de proxies residenciales para llevar a cabo los ataques. Quince años después, el servicio de censura y vigilancia es una industria bien asentada que funciona sin tapujos, sin necesidad de recurrir a la clandestinidad.

A la hora de emprender la investigación forense de un agente malintencionado que no quiere ser descubierto, ¿cuáles son los mayores retos a los que nos enfrentamos y cómo debemos abordarlos?

Por supuesto, el reto inicial es atribuir los ataques, identificando a las personas y empresas que los facilitan y desenmascarando a quienes los financian. Pero el principal desafío sigue siendo lograr que los implicados respondan por sus acciones. La rendición de cuentas sigue siendo el gran reto, puesto que suele requerir más recursos que identificar a los infractores.

Qurium ha denunciado con frecuencia las prácticas fraudulentas de algunas «empresas de gestión de la reputación» que pretenden eliminar u ocultar información de interés público. Sin embargo, poco ha cambiado y no ha habido consecuencias reales. ¿Cómo le hace sentir esto y por qué es importante seguir denunciando este tipo de abusos?

Creemos que, después de tantos años sacando a la luz estas prácticas, ya es de dominio público que las empresas de gestión de la reputación y las industrias publicitarias fomentan los comportamientos abusivos y que las grandes empresas tecnológicas también forman parte del problema. Las malas prácticas son tan evidentes que nadie niega ya que el sistema esté corrupto, sino que debatimos sobre cómo arreglarlo. Pero estoy de acuerdo en que las consecuencias reales aún están por llegar.

El pasado mes de noviembre, Google entabló una demanda contra un grupo de gestores de un comercio online que, amparándose en la DMCA (Ley de Derechos de Autor de la Era Digital), desindexó el contenido de sus competidores. ¿Este tipo de acciones le hace albergar más esperanzas respecto a la capacidad de Google para contrarrestar este fenómeno?

La solución no es demandar a un grupo vietnamita no identificado que presentó peticiones de retirada de contenido online por infracción de derechos de autor para más de 600.000 URL amparándose en la DMCA. La solución vendrá cuando se aborde la raíz del problema, que es la propia DMCA. Esta ley no ha proporcionado una protección adecuada a los titulares de derechos de autor y actualmente se instrumentaliza para luchar contra el buen periodismo en Internet.

——

Puedes leer los artículos que forman parte del Especial ‘El método Eliminalia’ aquí:

[INVESTIGACIÓN] El ‘método Eliminalia’ para borrar información sigue vigente (1)

[INVESTIGACIÓN] El truco de falsificar los derechos de autor para eliminar contenidos (2)